De par a jefe, la fórmula para evitar conflictos

06.11.2017

Cada noticia provoca cambios dentro de la estructura interna de un sector: el anuncio de la promoción de un empleado es una de ellas. Los primeros pasos en el puesto jerárquico son clave. Qué observaciones se deben tener en cuenta a la hora de encarar el nuevo cargo.

Toda noticia genera un cambio en la estructura interna de un sector. Las promociones son un claro ejemplo: cuando una persona pasa a ser jefe causa revuelo y alguna situación de rispidez en ciertas personas que esperaban ser consideradas para la posición y no lo fueron. Además, puede ser que hayan competido en un job posting interno donde finalmente ganó otra persona que hasta hoy se sentaba al lado y seguir adelante no es fácil.

"Si la relación, la comunicación y la apropiación del rol por parte del nuevo ocupante se dan de manera prolija y paulatina, no deberían generarse este tipo de quiebres, pero sin dudas será un momento sensible para el nuevo jefe y su flamante equipo de ex compañeros", explica Laura Bitocco, gerente General de Hidalgo & Asociados.

Es aconsejable que el nuevo líder observe qué cosas eran "criticadas" de su antecesor en la función, no solo para no repetirlas sino para poder capitalizar los a su favor. Bittoco detalla que "con un bajo perfil, debe ir construyendo este nuevo espacio y rol, para lo cual serán fundamentales las razones por las que llegó hasta ahí. En base a ello, definirá su permanencia y de qué manera apropiarse de la nueva posición. No es lo mismo que el jefe anterior haya renunciado, a que haya sido desvinculado de la organización o que haya fallecido. El ser cauteloso y poder prever la agenda del día y los temas a tratar lo harán salir airoso de la situación".

No afectar el desempeño

Con objetivos claros, mucha comunicación y una apropiación del rol, marcar objetivos y lineamientos de trabajo para cada colaborador del equipo es clave. La ventaja es que hay un conocimiento previo de la organización y de los integrantes del grupo. El capitalizar ese conocimiento previo a la hora de liderar es fundamental, ya que es una manera de generar y mantener una buena empatía.

"Poder pensar y definir un estilo para llegar a cada uno de esos compañeros puede ser un plus. Si uno es más comunicativo, dejarlo que se exprese; si uno es más gráfico, acompañar ese estilo con objetivos concretos", asegura la consultora.

La persona que asumió el rol de liderazgo debería tener las competencias adecuadas no solo para ocupar el rol, sino para poder manejar una relación con un alto tinte emocional y posicionarse sin desatender los resultados de la operación.

Por otra parte, el equipo puede ver positiva la idea de que los jefes no vienen del mercado, sino que llegaron a ocupar la nueva posición tras una largo camino de crecimiento dentro de la empresa. Es decir, que la compañía también promueve este ascenso. Para que esto suceda, la firma debería realizar un buen proceso de evaluación de potencial del futuro ocupante de la posición a fin de minimizar los riesgos, comunicar adecuadamente el porqué de la elección de ese colaborador y reforzar (haciendo una buena acción de branding) las posibilidades que les otorga a sus colaboradores.

Cómo cuidar el proceso

Juan Pablo Sanguinetti, consultor de Whalecom, destaca que se debe:

- Establecer protocolos de trabajo: qué temas personales y/o laborales se abordan en cada ámbito. Suele convenir tratar los diversos tópicos en su ámbito específico; no hacer reuniones de trabajo en el ámbito personal (en particular temas álgidos o en los que puedan tener puntos de vista diferentes) ni viceversa.

- Clarificar el manejo de la información y de la toma de decisión: es necesario que esté explícitamente planteado que el ahora jefe quizás no siempre pueda compartir algunas informaciones con su amigo, ahora reporte, y viceversa. No usar la relación de amistad para incursiones en mundos ajenos. Lo mismo sucede respecto a las decisiones; algunas son parte de la función y son ineludibles.

- Instalar encuentros periódicos para ir monitoreando la situación: un café cada tanto para conversar acerca de cómo van las cosas en ambos planos de la relación.

Fuente: https://www.cronista.com/management/De-par-a-jefe-la-formula-para-evitar-conflictos-20171025-0005.html